1 Entonces el rey se estremeció. Subió a la estancia que había encima
de la puerta y rompió a llorar. Decía entre sollozos: «¡Hijo mío, Absalón;
hijo mío, hijo mío, Absalón! ¡Quién me diera haber muerto en tu
lugar,
Absalón, hijo mío, hijo mío!»
2 Avisaron a Joab: «Mira que el rey está llorando y lamentándose por
Absalón.»
3 La victoria se trocó en duelo aquel día para todo el pueblo, porque
aquel día supo el pueblo que el rey estaba desolado por su hijo.
4 Y aquel día fue entrando el ejército a escondidas en la ciudad, como
cuando va a escondidas un ejército que huye avergonzado de la batalla.